miércoles, 12 de octubre de 2016

Escuchando lo que las olas nos tienen que decir

¿Las olas nos tienen algo más que decir? ¿Qué ocurre cuando intentan hablarnos? ¿Qué ocurre cuando se van y se disuelven entre la arena de la costa? ¿Podemos percibir algo más de eso momento "mágico"? ¿Irá más allá del propio lugar donde ocurren tantas actividades en la playa como son los largos paseos con los pies descalzaos, los juegos en la arena, las lecturas rozando el agua, buscar las conchas perdidas, enterradas, y arrastradas por el mar...?

Después de la primera experiencia a partir del objeto porfolio conseguí entender que las olas son mucho más que esos momentos de los que hablamos, que van más allá y que su poder puede traernos a resultados inesperados. Entre la búsqueda de la inspiración, encontré ese blog con este título El caos que fluye, como las olas del océano es justamente como me sentí, en un real caos a la hora de interactuar con este flujo del mar. Aunque se hablar de "la dimensión musical del océano", es una forma de relacionarlo con aquello que nos habla Helmreich en su escrito y respondiendo a la pregunta ¿Qué es un paisaje sonoro? En mi caso, empleando, como se dice en el escrito, la transducción trabajando para desarrollar las circunstancias bajo el agua trabajando la base de una envolvente sonora. La base sonora sería ese momento justo en el que las olas del mar desaparecen, se filtran entre la arena pero que han dejado, de cierta forma, su huella. 



Llegados a este punto, me preguntaba, ¿cómo mapear este momento?, ¿cómo transducir este momento en datos que me aporten valor a la propia experiencia? Con ello, búscando esta forma de inspiración, me encuentro con un blog donde se explica: Mapeando el infinito. Una inspiración exquisita para darme cuenta que sí que se puede mapear, sí que se puede interpretar este momento porque incluso se ha conseguido mapear 1142 millones de estrellas. De cierta forma, es una situación caótica, como la que me encuentro con la furia de las olas cuando las intento controlar. 



De esta forma, mi transductor va a intentar cobrar esta dimensión, lograr estos datos que me permitan crear un mapa similar al que se consigue con las estrellas. Necesito un objeto firme, pero a la vez móvil, que se integre en ese movimiento y que deje ver la huella que desaparece en la arena, de las olas, en tan solo unos instantes. De esta forma, conseguiré mapear las olas...



Pero también, porqué no encontrar inspiración en la propia experiencia inmediata. Porqué las olas no actúan igual frente a un objeto que otro? ¿Porqué desvían su trayectoria? ¿Porqué mueven unos objetos y otros los entierran? ¿Puedo transmitir también esta fenomenología? Justo una situación así, se me plantea desde la observación en las playas de Calpe, encontrando respuesta justo en esa línea de costa, en la interacción que me inspire en ese flujo, en el momento justo en el que hay que estar...



No hay comentarios:

Publicar un comentario